jueves, 3 de noviembre de 2016

Astato: ¿una nueva arma contra el cáncer?

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Se calcula que mueren cada año entre 8 y 9 millones de personas por esta enfermedad.

Laboratorios de todo el mundo invierten cantidades ingentes de horas al estudio e investigación de tratamientos contra esta dolencia. A día de hoy, las terapias contra el cáncer han mejorado de forma considerable pero aún se está lejos de que sean totalmente efectivas en muchos casos y además está el problema de los efectos secundarios que conllevan muchos tratamientos.

En los últimos años se está investigando un tratamiento mucho más seguro y con menores efectos secundarios: el astato.


  • ¿Qué es el astato?


El astato es uno de los elementos más desconocidos que existen pero las pocas propiedades que se conocen de él lo hacen un candidato ideal para el tratamiento contra el cáncer. Es el elemento más escaso que hay en la Tierra, se calcula que podría haber entre un 0,07 y 28 gramos y además tiene un período de semidesintegración de tan solo 7,2 horas.

Fue descubierto en 1940 por los científicos Dale R. Corson, Emilio Segré y Kenneth Ross bombardeando bismuto con partículas alfa.



  • ¿Por qué puede ser útil en la lucha contra el cáncer?


En los laboratorios ubicados en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear) de Ginebra se ha estado estudiando este elemento y se ha conseguido obtener la estructura atómica del astato mediante una técnica llamada espectroscopia de ionización resonante, a partir de la cual se ha podido medir el potencial de ionización de este elemento y saber la reactividad química y su estabilidad.

Con estos datos se cree que podría ser útil en radioterapia gracias a su isótopo 211 (no confundir con el isótopo 210).


  • ¿Qué ventajas hay al usar este radiofármaco en lugar de otros?


Los radiofármacos habituales como el yodo ayudan a los anticuerpos que forman parte de las defensas del cuerpo humano a atacar a las células cancerígenas; el problema es su efectividad y sus efectos secundarios, ya que su precisión no es todo lo alta que sería deseable y también éste suele destruir algunas células sanas.

El astato podría ser utilizado en radioterapia como implante radioactivo, también conocido como braquiterapia y consiste en colocar un diminuto implante radioactivo cerca de las células cancerígenas para atacarlas y destruirlas, pero con la ventaja de que en el astato las partículas alfas que emiten son 4.000 veces más masivas que las partículas beta que proceden de otros elementos radiactivos usados.

Otra gran ventaja es que es un elemento radiactivo de corto alcance: su efecto tiene un alcance de aproximadamente 0.05 milímetros, que es más o menos el diámetro de una célula cancerígena, por lo que su "onda expansiva" solo afectaría a la célula cancerígena dejando a la otras casi intactas.


  • ¿Para cuándo estaría disponible el tratamiento? 


Hay varios laboratorios en el mundo intentando desarrollar radiofármacos con astato, sobretodo en EE.UU, Francia y Suecia. En los próximos años se espera comenzar a hacer ensayos clínicos en humanos por lo que el uso del astato para el tratamiento del cáncer aún deberá esperar unos años.


Fuente: http://triplenlace.com/2016/01/27/astato-una-nueva-arma-contra-el-cancer/

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